La matrioska está aun hoy en día rodeada de un velo de leyenda, su origen, así como su significado tiene múltiples interpretaciones. Nosotras nos hemos apropiado de ella y hemos creado un imaginario propio. Nuestra Matrioska, contrariamente a como se presupone, nació en Japón pero viajó pronto a Rusia donde se vistió con el folklore local alcanzando así la imagen que la haría famosa. Matrioska creció próxima a los valores asociados a la feminidad y la maternidad pero no era meramente un objeto decorativo, escondía en su interior grandes dosis de ingenio que la llevaron a participar en la Exhibición Universal de París de 1900 alzándose con la medalla de bronce. Matrioska que en su origen había sido pensada como un juguete, cercana a la infancia y el hogar, desfilaba ahora entre los grandes inventos de la sociedad de su tiempo y pronto se convertiría en símbolo de toda una nación. Nuestra Matrioska que nace del contacto entre culturas, que muestra la artificialidad de las fronteras entre lo público y lo privado, la alta y la baja cultura, lo masculino y lo femenino esconde muchos saberes. Guarda el saber de que cada avance tiene muchos pasos previos, que cada nueva voz tiene otras muchas voces que fueron antes y serán después, que queda mucho por descubrir hacia dentro y hacia fuera, mucho de lo que desprenderse y mucho por construir. Matrioska sólo es un medio, un juego de experimentación, descubrimiento y artesanía. Os invitamos a participar.